El COO (Chief Operating Officer – por sus siglas en inglés) es el Director de Operaciones (también llamado Jefe de Operaciones), y es el encargado de supervisar el funcionamiento del sistema de creación y distribución de los productos de la empresa. En pocas palabras, se asegura de que todos los sistemas funcionen bien.
Muchas veces trabajar como COO sirve de entrenamiento para la posición de CEO: es un paso natural, puesto que el Director de Operaciones ya entiende la misión y los objetivos de la empresa, y es la mano derecha del director ejecutivo.
¿Qué características tiene el COO?
Como ya hemos mencionado, el director o jefe de operaciones suele ser el segundo al mando del director ejecutivo – su figura se asemeja a la del “vicepresidente” de la empresa. Ahora bien, no todas las empresas tienen la necesidad de tener un COO, ya que esto depende de la estructura de la compañía.
Pero en caso de estar, esta figura debe tener una visión amplia y englobante de la empresa, ser capaz de tomar de decisiones, saber de logística y de gestión de recursos humanos. Además, debe poder comunicar de forma clara sus informes, tanto al CEO como a los empleados, para una máxima eficiencia en el cumplimiento de los objetivos.
¿Cuáles son sus funciones?
● Supervisar los sistemas de creación y distribución de productos de una empresa
● Supervisar las operaciones cotidianas e informar de su eficiencia
● Buscar mejoras en base a los datos recabados
● Asesorar al CEO en temas de operativa y logística
● Informar sobre planes implementados y sus progresos
● Comunicar estrategias y políticas a los empleados
● Alinear a los empleados con los objetivos corporativos
● Gestionar los recursos humanos
