Muchos creen que brindar un buen producto ya es suficiente para elevar las ventas, esto es un gran error. Si bien es sumamente importante ofrecer calidad, otro factor imprescindible es la comunicación. Podemos tener el mejor servicio de nuestro país pero si no lo comunicamos de esa forma, nadie va a saberlo.
Aunque muchas veces no se tenga en cuenta, una de las formas en la que más comunicamos es a través de la imagen. Gran cantidad de las cosas que compramos entran primero por el sentido de las vista, algo debe llamarnos fuertemente la atención para luego interiorizarnos. Si lo que nos muestran tiene un mal aspecto posiblemente terminemos buscando en otro lugar.
Lo primero que necesitamos saber para construir la imagen que queremos dar de nosotros es: 1- ¿Qué ofrecemos? 2- ¿A quién se lo ofrecemos? 3- ¿Qué queremos transmitir? y por último debemos saber si lo que planteamos se adecúa a nuestro producto. Es posible que si vendemos seguros, no podamos implementar una comunicación muy relajada, como también si nos dedicamos a la animación una comunicación estrictamente seria tampoco tenga un buen resultado.
La pregunta ¿Qué queremos transmitir? suele ser la de mayor importancia a la hora de planificar la imagen (ya sea personal o de la marca). Si queremos apuntar a un público de un poder adquisitivo alto debemos enfocarnos en comunicarnos de la misma forma que ellos, y crear una estética que les llame la atención. Por otro lado, si nuestro producto está orientado a ser de un valor mucho más accesible, debemos tener en cuenta los factores que lo harán verse de esa forma. No necesariamente debe verse mal, eso sería un error, solo debemos entender que si nos comunicamos de una forma que nos hace parecer costosos posiblemente el público al que apuntamos no se detenga a ver el precio del producto ya que “parecemos caros”.
Ahora que sabés esto es momento de enfocarse y ponerse a pensar qué querés destacar de tu empresa. Es importante que la imagen que definas no solo la utilicés en los productos o en la publicidad. La decoración del local, la vestimenta de los empleados y la propia, los materiales que usés, todo debe acompañar y estar en la misma sintonía.
¿Y vos, ya sabés cuál es tu imagen?